Picamos la cebolla en brunoise fina y la ponemos a pochar en una sartén con cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva. Mientras empieza a cocinarse, picamos los pimientos en trozos de tamaño bocado y los añadimos a la sartén.

Añadimos tres cucharadas de salsa de soja y el pollo cortado en tiras, removiendo todo mientras el pollo va cambiando de color. En ese momento, añadimos los frutos secos y el caldo casero de pollo, dejando que se cocine a fuego vivo durante 8 minutos.

Bajamos el fuego. Mientras sigue cociendo, retiramos unas pocas avellanas con una cucharada o dos de caldo y las trituramos en el mortero, reintegrando la mezcla a la cacerola para que espese un poco la salsa.

Probamos y rectificamos de sal si fuera necesario añadiendo un poco más de salsa soja y servimos muy caliente. El pollo tiene que quedar muy tierno, al estar un poco sobrecocido y la salsa tiene que tener un sabor intenso a avellanas.

Con qué acompañar el pollo guisado con salsa de avellanas

Esta receta de pollo guisado con salsa de avellanas, tiene un recuerdo a las recetas de pollo de los restaurantes chinos europeos, en los que el pollo, los pimientos y las almendras o avellanas combinan muy bien con la salsa soja. Por ese motivo, podéis servir este pollo tras un salteado de noodles cocinados en el wok si os apetece un menú con aire oriental.