Cortar los contramuslos de pollo en tres piezas, secar con papel de cocina, salpimentar ligeramente (no mucha sal porque la salsa de soja es salada) y disponer en un bol o recipiente adecuado. Mezclar en un cuenco la salsa de soja, el vino de arroz o jerez y el vinagre de arroz con dos cucharadas de agua, y verter sobre el pollo. Masajear bien, tapar y dejar marinar en la nevera mínimo 45 minutos, mejor 2 horas.

Pelar los dientes de ajo y cortar en láminas finas. Pelar y rallar el jengibre y picar fino el chile sin las semillas. Tostar en una sartén sin aceite la pimienta de Sichuan hasta que suelten aroma, y machacar en un mortero. Podemos sustituirla, como hemos comentado al principio, con granos de pimienta negra y algunas semillas de comino o hinojo, más un toque de canela molida, clavo o nuez moscada.

Calentar un poco de aceite en una sartén o cazuela amplia y freír el ajo con el jengibre y el chile, apenas 2-3 minutos, vigilando que no se quemen. Añadir la pimienta machacada y la ralladura de naranja, y rehogar menos de un minuto.

Incorporar el pollo con la marinada y dorar bien primero a fuego fuerte por ambas caras. Espolvorear con una pizca de azúcar moreno, si se desea, añadir un poco de agua o caldo, reducir el fuego, tapar y dejar cocer unos 20-25 minutos, hasta que el líquido haya reducido bien. Servir con la cebolleta o perejil picado.

Con qué acompañar el pollo al estilo de Sichuan

El mejor acompañamiento para este pollo al estilo de Sichuan es un sencillo arroz blanco, de grano largo y suelto, pero también podemos preparar cualquier guarnición que nos apetezca de verduras, patatas, cuscús o su versión de coliflor, para un plato más ligero.