Los que tienen tiempo siguiéndome en mis redes sociales saben que soy fan del maní, ¡me encanta!, sobre todo la mantequilla que se hace a partir de este fruto seco tan delicioso y nutritivo, y es que, aunque algunos le han dado mala fama, es un alimento superbeneficioso cuando se consume adecuadamente.

En primer lugar, el maní es alto en grasas mono-insaturadas que bajan el colesterol, controlan la glicemia y el apetito, y además es alto en antioxidantes y vitaminas del grupo B.

Por otra parte, el maní es una fuente increíble de resveratrol, un potente antioxidante que previene el cáncer, el alzheimer, acelera metabolismo y rejuvenece. Es ideal para la hora de la merienda y además es menos costoso que el resto de los frutos secos.

Ahora, aunque el maní es muy saludable y ayuda a estar en forma, es importantísimo cuidar la porción, evitando consumir más de 30 gramos al día, el equivalente a 160 calorías.

Cuando digo que el maní es bueno me refiero al natural, no al comercial que viene full de sal y aceite añadido, y mucho menos al maní japonés, porque, ¿de qué creen que está hecha la conchita que rodea al maní japonés?, ¡eso es pura harina!

Ya lo sabes, si quieres una opción de merienda/snack saludable y accesible, inclínate por un puñado de este fruto seco (en su versión natural, por supuesto), es muy bueno y te ayudará a estar en forma.

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Publicado originalmente en el sitio Web de Sascha Fitness para Vida Sana Ecuador. Daniel Cañizales