Tener una experiencia religiosa, o creer ver a Dios, Jesucristo o al mismísimo Espíritu Santo no pasa todos los días.

Sin embargo, hay gente (bastante gente) que afirma rotundamente que sí han visto a Dios. O al menos, eso ha creído ver su cerebro. Son casos raros, increíbles, pero existen de verdad. Normalmente se producen en individuos que ya sufren algún tipo de trastorno cerebral o posteriormente a un traumatismo; su cerebro queda dañado, y este tipo de sucesos en forma de experiencia religiosa o alucinaciones es posible.

Esta vez le ha sucedido a un hombre que sufría epilepsia y estaba siendo estudiado por científicos israelíes, los cuales consiguieron escanear su cerebro justo en el momento exacto en el que afirmó ver a Dios. Sus hallazgos se han publicado recientemente en Epilepsy Behaviour.

El caso del ateo que se encontró a Dios en un picnic

El paciente que afirmó ver a Dios durante un ataque de epilepsia

Una de las cosas llamativas del caso, además del hecho de ver a Dios mientras te escanean el cerebro, es que el paciente de 46 años no era demasiado religioso, aunque afirmaba ser judío. Como bien comentan en Discover Magazine, el individuo en cuestión estaba siendo tratado de epilepsia del lóbulo temporal derecho durante toda su vida. Se trata de un tipo de epilepsia donde se producen descargas eléctricas neuronales en el lóbulo temporal, dando como consecuencia emociones extrañas, recuerdos, alucinaciones de voces, música, gente, olores o sabores. Los ataques duran desde algunos segundos hasta un par de minutos, normalmente.

¿Cómo se leen las ondas cerebrales?

Sin embargo, esta vez se le dijo al paciente que dejase de tomar su medicación anticonvulsiva (usada en la epilepsia para evitar los ataques, y también para evitar que se propaguen a otras zonas cerebrales) y se le realizó un electroencefalograma frente a sus médicos, dando lugar a una extravagante situación, como bien comentan estos profesionales:

“Mientras estaba acostado en la cama, el paciente se “congeló” repentinamente y se quedó mirando al techo durante algunos minutos. Posteriormente afirmó que sentía como Dios se le estaba acercando. A continuación, comenzó a cantar oraciones en silencio, buscó su Kippa y se la puso en la cabeza, a la vez que empezó a cantar más oraciones.

De repente, gritó: “¡Y tu eres Adonai (nombre de Dios en hebreo), el Señor! y luego afirmó que Dios se le había revelado, ordenándole traer la redención al pueblo de Israel.

Así es la actividad cerebral durante una experiencia religiosa

Imaginad la situación. Da un poco de miedo, ¿no? Pero las cosas no quedaron aquí. Este nuevo creyente judío se arrancó los electrodos del electroencefalograma y se puso a vagar por el hospital, diciéndole a todo el mundo con quién se cruzaba que “Dios le había enviado”.

Por su parte, los escáneres cerebrales revelaron un aumento de la actividad baja en la banda gamma (30-40 Hz) de la corteza prefrontal izquierda justo en el momento exacto de la experiencia religiosa; precisamente en en lado opuesto exacto donde se originaban los ataques de epilepsia del paciente.

El diagnostico del paciente fue “delirio religioso de revelación y celo misionero en el contexto de una psicosis postictal” (PIP); lo que en lenguaje llano significa que el paciente sufrió una complicación poco frecuente, pero grave, tras una convulsión. Puede expresarse en forma de alucinaciones visuales o auditivas, delirios, paranoia e incluso en forma de agresiones. Por desgracia, la causa de que sucediera esto, convirtiendo a un paciente no religioso en prácticamente el nuevo Mesías del siglo XXI no está clara, ni por qué se desencadenó esa actividad anormal justo en esa zona del cerebro.

Imagen EEG | Anestesiar.org

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