Si nos preguntan cuál es la causa del bostezo, posiblemente contestemos que el sueño, aunque esa respuesta no es del todo correcta.

Es cierto que solemos bostezar cuando tenemos sueño o estamos cansados; pero, si os paráis a pensarlo, este acto reflejo también puede ser fruto de otras sensaciones como el nerviosismo, que el de enfrente también bostece o, simplemente, porque sí.

Por eso, es lógico pensar que las causas del bostezo son más profundas que un simple indicador del sueño, aunque lo cierto es que existen hipótesis para dar y regalar.

Por qué bostezamos: La hipótesis del bostezo refrigerador

Como os decía, existen un gran número de hipótesis sobre el bostezo, aunque lo cierto es que hay algunas mucho más aceptadas.

Según ésta, el bostezo sería un método para mantener el cerebro fresquito. Al fin y al cabo, es el procesador de todo nuestro organismo, consume un tercio de las calorías que ingerimos y, por eso, necesita un buen sistema de refrigeración para regular la temperatura intracraneal.

Esto sería posible gracias a la gran cantidad de aire frío que entra repentinamente por nuestra nariz y nuestra boca cuando bostezamos.

Bostezos para reducir la ansiedad y aumentar la atención

Se ha observado que algunos primates como los lemures bostezan, tanto cuando descubren una amenaza, como cuando han conseguido superarla. Además, está demostrado que cuando bostezamos se incrementan nuestros niveles en sangre de cortisol, una hormona asociada al estrés, por lo que parece ser debido a algún mecanismo para reducir la ansiedad. Ésta sería la causa por la que, por ejemplo, no paramos de bostezar antes de realizar un examen.

¿Qué diferencias hay entre la ansiedad y el estrés?

Otras hipótesis sobre por qué bostezamos

El resto de hipótesis no son tan defendidas hoy en día, aunque tampoco han podido ser desechadas. Algunas de ellas serían las siguientes:

• Compensar deficiencias de oxígeno en la sangre: Según científicos de la Universidad de Pensylvania, el bostezo podría ser una maniobra de emergencia realizada por nuestro organismo cuando detecta niveles bajos de oxígeno en la sangre.
• Un sistema de comunicación: Está claro que hoy en día no nos comunicamos mediante bostezos, pero puede que nuestros antepasados sí lo hicieran. Esta teoría se sostiene por el hecho de que los autistas sí que bostezan, pero no se contagian cuando los demás lo hacen.
• Reflejo vestigial: Según algunos científicos, el bostezo simplemente podría ser un reflejo que conservamos de nuestra época de fetos. Estos investigadores mantienen que una vez que nacemos el bostezo no sirve para nada, pero que cuando estábamos en el vientre materno lo usábamos para mantener limpios los conductos digestivos y respiratorios.

Como veis, las causas no están claras, aunque unas parecen más coherentes que otras. Lo que sí está claro es que nadie se libra de los bostezos y que, si están implicado en algo bueno para nuestra salud, lo mejor será no evitarlos. Así que ya sabéis: si os acusan de bostezar cuando una conversación os resulte aburrida tenéis una excusa perfecta para salir airosos de la situación. Estáis refrigerando vuestro cerebro.

Vía: Gizmodo National Geographic

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