Uno de los aspectos más importantes a la hora de crear un diseño de imagen es el arte de la colorimetría. Es decir, el arte de determinar que colores te pueden ayudar a verte mejor y cuales, por el contario, no te favorecen tanto. Con anterioridad, ya hemos destacado la importancia de definir nuestro estilo, de aprender las reglas para vestir según nuestro tipo de cuerpo (1) y de tomar en cuenta cual es nuestro talle (2). Ahora es momento de hablar de otro tema fundamental: el de reconocer cuales son los colores que mejor te van según tu color natural de ojos, pelo y piel, para convertir así al color, en uno más de tus aliados.

En principio podemos destacar dos grandes grupos de colores: los colores cálidos (que se subdividen a su vez en primavera y otoño) y los colores fríos (que podemos dividir en verano e invierno) y es importante saber cuál de estos dos grupos de colores nos favorecen más para poder sacarle el máximo partido a nuestro vestuario. Este es un punto muy importante incluso a la hora de crear nuestro fondo de armario (3), el cual parte siempre de una base en colores neutros (si te favorecen los colores cálidos busca básicos en colores nude que tiren a beige, con tonalidades más amarillas o de la gama de los cafés y elige complementos dorados, Si por el contrario, te favorecen los colores fríos opta, para tu fondo de armario, por el clásico binomio blanco y negro, los colores nude tirando a rosado, los grises y el azul marino y busca complementos plateados).

A continuación te comparto algunas normas muy generales para que puedas analizar a que grupo de colores y a que estación perteneces, así como algunos tips para saber cómo jugar tu mejor carta en cada caso:

• PRIMAVERA: Eres primavera si el fondo de tu piel es de tonalidad amarilla, tienes cabello rubio (dorado), castaño (igualmente con reflejos dorados) o, si tienes canas, estás suelen tirar a ser un poco amarillas y tus ojos son azules, verdes, color miel o café clarito (avellana). Te favorecen los colores cálidos que a la vez sean claros porque aportaran luz a tu rostro. Algunos de los que mejor te quedan, según esta teoría, son: los violetas, el verde turquesa, los amarillos brillantes, el naranja, los beige tirando a melón y los cafés claros.

• OTOÑO: Las personas que entran dentro de la gama de colores relacionados con el otoño también presentan una tonalidad de fondo amarillo en su tez, tienen el cabello castaño, rubio miel o pelirrojo y sus canas tienen tendencia grisácea. El color de ojos es: verde o café oscuro. Los colores que más se recomiendan son muy parecidos a los de las personas primavera pero siempre en tonalidades más ricas y fuertes, así es que te quedan muy bien los violetas oscuros, el rojo geranio, los verdes oscuros como el olivo, el musgo o el verde hoja, los colores camel y toda la gama de los cafés más oscuros.

• INVIERNO: Las personas invierno presentan un tono más azulado en su piel por lo que les favorecen los colores fríos. Según la colorimetría son invierno las personas de piel muy blanca o bien morena clara y de cabello negro profundo o azulado, castaño cenizo u oscuro y canoso plateado. Normalmente son de ojos negros o cafés oscuros y azules o verdes. Si eres invierno estos son los colores que más te favorecen: el blanco helado, todos los grises, el azul primario, el azul rey y el azul marino, los tonos violetas, berenjenas o borgoñas y los rosas bugambilia o nochebuena.

• VERANO: Las personas verano presentan un fondo rosado en su piel por lo que también les van muy bien los colores fríos. En cuanto al tipo de cabello son rubias o castañas claras y, si tienen canas, están son grises. Tienen los ojos grises, azules, verdes o cafés aceitunados. Para tu guardarropa esta teoría te aconseja: los grises claros o muy oscuros (casi negros), los verdes y los azules caribe, el azul provenza, azules suaves o azul marino, los rosas pálidos o pastel y los cafés tipo ciruela.

Ahora bien, si te gusta mucho algún color que no pertenece a la gama que te aconseja la colorimetría no tienes porque dejar de usar ese color, pero hazlo con prendas secundarias (como puede ser un accesorio) o en aquellas que están más alejadas de tu rostro (por ejemplo una falda o un pantalón). También debes tomar en cuentam que el arte de la colorimetría no solo es importante para elegir tu vestuario, también puedes emplearlo a la hora de maquillarte e, incluso, al elegir tu tono de cabello. Finalmente no olvides que, como siempre te digo, la moda está a tu servicio (no tú al servicio de la moda) así que siempre debes usarla a tu favor.

 

 

 

 

 

 

 

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