Cortamos la barra de pan en diez rebanadas de, aproximadamente, un centímetro y medio o dos. Calentamos ligeramente el café con leche y le añadimos el azúcar y un chorrito de licor de Baileys. Atemperamos antes de verter en una fuente amplia y colocar las rebanadas de pan encima, volteando para que se empapen bien. Dejamos reposar durante un par de horas.

Batimos los huevos en un recipiente hondo, pasamos las rebanadas de pan por ambas caras y las freímos en abundante aceite de oliva bien caliente (a 180ºC), por las dos caras. Escurrimos bien sobre papel secante para quitar el exceso de aceite.

Preparamos la crema de mascarpone con la que guarnecer las torrijas. Para ello montamos la nata con el azúcar glasé y añadimos el mascarpone. Removemos hasta homogeneizar y metemos en una manga pastelera. Servimos las torrijas con la crema, espolvoreando con cacao o con virutas de chocolate y decorando con unas hojas de menta.

Con qué acompañar las torrijas de café con leche (y un toque de licor de chocolate) con crema de mascarpone

Estas torrijas de café con leche (y un toque de licor de chocolate) con crema de mascarpone son en postre perfecto con que poner fin a una comida de celebración. Aunque eso no quita para que las preparemos cuando nos plazca. Podemos servirlas junto con un café, infusión o copita de licor a la hora de la sobremesa.