Particularmente, no soy partidaria del consumo de productos a base de soya, a menos que sean fermentados, pues solo la soya fermentada (tempeh, tofu fermentado, miso, etc.) es la que aporta beneficios para la salud.

Productos como la leche de soya, la proteína aislada de soya y la carne de soya no son fermentados y contienen muchísimos antinutrientes, imitadores del estrógeno, que pueden afectar tus balances hormonales.

También, estos productos a base de soya pueden hacerte más propenso a padecer endometriosis y problemas de tiroides, que es lo más común en personas que tienden a exagerar con el consumo de este tipo de alimentos.

Ahora, porque te comas un poquito de carne de soya, o te tomes una taza de leche de soya o un batido de proteína de soya una vez a la semana, no va a pasar nada, el problema viene cuando se consume todos los días, lo que ocurre generalmente con personas veganas y vegetarianas, las cuales se apoyan mucho en este tipo de proteína.

Es importante que sepas que existen mejores fuentes de proteína de origen vegetal, como por ejemplo el hemp, la spirulina, la quínoa y la combinación de leguminosas + cereales, pero si aun así quieres consumir productos a base de soya no fermentada, puedes hacerlo, solo procura no exagerar, recuerda que todo exceso es negativo.

Imagen destacada vía Livestrong

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Publicado originalmente en el sitio Web de Sascha Fitness para Vida Sana Ecuador. Daniel Cañizales