Muchos le tienen terror a las calorías, porque creen que son las culpables de que no puedan tener el cuerpo que quieren. Así que, veamos si realmente son o no nuestro enemigo #1.

El cuerpo necesita energía para TODO, tanto para las actividades del día a día hasta para el mantenimiento de sus estructuras. Digerir los alimentos, el latido cardiaco, mantener la temperatura corporal, ver, oír, caminar, etc. TODO gasta energía = calorías.

Y bien, ¿Qué es una caloría? Es la cantidad de calor necesaria para elevar en 1 grado centígrado 1 gramo de agua de 15,5 a 16,5. Cuando hablamos de las “calorías” en nutrición, generalmente hablamos de kilocalorías (caloría grande). Debes saber que no todo el mundo tiene los mismos requerimientos calóricos, pues estos están influenciados por el sexo, edad, peso, nivel de actividad física, temperatura externa etc.

Ahora, existe algo que se llama “metabolismo basal”, que es la cantidad de energía  mínima necesaria para mantener las funciones básicas y vitales en estado de reposo. El metabolismo quema calorías, el COMER quema calorías (efecto térmico de los alimentos, sobre todo la proteína), las diligencias del día a día queman calorías, y a eso súmale el ejercicio.

La comida es nuestra fuente de energía, cada Macro que tiene es capaz de generar cierta cantidad: 1 gramo de Proteína = 4 Cal, 1 gramo de Carbohidrato = 4 Cal, 1 gramo de Grasa = 9 Cal  y 1 gramo de alcohol = 7 Cal.

Quizá les interese saber que en 10 minutos de sueño una persona de 50 kg quema 10Cal; una de 60 kg quema 12 Cal; una de 70 kg quema 14Cal; una de 80 kg quema 16 Cal y una persona que pesa 100 kg quema aproximadamente 20Cal.

¿Por qué todo este tema de las calorías? Para que no se estresen si se comieron un pedazo de torta, pizza o dona. Por 1 vez, no pasa NADA.

Y más importante que las calorías (yo no cuento calorías) es LA CALIDAD DE LAS CALORÍAS, todo lo que comes tiene un efecto y genera una respuesta hormonal, por ejemplo, 1 taza de arroz blanco y 1 taza de arroz integral tienen las mismas calorías, pero el blanco te hace segregar más insulina e incrementa el apetito.

Si comes proteínas magras y vegetales, y controlas las porciones de los carbohidratos complejos y las grasas buenas, evitando la comida chatarra, harinas y azúcares refinados, ¡NO NECESITARÁS CONTAR CALORÍAS!

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Publicado originalmente en el sitio Web de Sascha Fitness.