Tips para frenar los ataques de ansiedad
8:47 a.m.Si quieres comenzar a frenar esos terribles ataques de ansiedad puedes empezar por revisar estas recomendaciones:
-No te saltes el desayuno. El desayuno es la comida más importante del día, es la comida que activa el metabolismo y mantiene los niveles de azúcar estables. Si te saltas el desayuno, tu nivel de glucosa en sangre cae por los suelos y tus ganas de comer son mucho mayores. Generalmente quienes no desayunan comen más en la noche, sobre todo carbohidratos, y de noche es cuando más debemos cuidarnos porque la sensibilidad a la insulina es pobre y solemos estar más sedentarios. Es recomendable incluir proteínas en el desayuno, por ejemplo huevos, ya que ayudan a controlar mejor el apetito.
-Come más despacio. Comer despacio le da a tu cerebro el tiempo necesario para reconocer que se está saciando.
-Come alimentos que provean más saciedad durante las primeras comidas del día. Las frutas y vegetales fibrosos son opciones densas en micronutrientes y bajas en calorías que proporcionan una mayor saciedad, y mantienen los niveles de energía estables.
-Evita la deshidratación. Los síntomas de hambre y deshidratación son muy parecidos, por lo que es fácil confundirlos. Cuando estás deshidratado te falta energía, te sientes soñoliento, así que cuando sientas ganas de comer y no hayas ingerido agua durante un tiempo, toma un vaso de agua primero. La sed ya es un indicador de deshidratación. Los beneficios de mantenerse hidratado son numerosos; además, mantener un buen volumen de líquido en el estómago mientras comes puede ayudarte a sentirte mucho más satisfecho, al tiempo que acelera tu metabolismo.
-Mantén tu mente alejada de la comida. Trata de mantenerte lejos de las tentaciones y con la cabeza ocupada en otros asuntos, de ese modo evitas caer en provocaciones.
-Planea tu alimentación. Contar con un plan nutricional donde el número de comidas y el menú ya están definidos puede ayudarte a evitar ir a la cocina a buscar algo que picar.
-Come pequeñas comidas cada 3 horas. Luego de 3 horas sin comer en nuestro cuerpo se eleva la hormona grelina, la cual estimula el apetito. Comer cada 3 horas puede ayudarte a mantener esa hormona a raya, al tiempo que regulas los niveles de glucosa en sangre, lo que controla aún más esas ganas de comer. Incluye proteína en cada comida y procura que los carbohidratos que ingieras sean ricos en fibra.
-Consume suficiente proteína y grasas buenas. Además de incluir proteína en cada comida procura no dejar de lado las grasas buenas, consume porciones controladas al menos 3 veces al día.
-Evita las calorías vacías, es decir, no tengas opciones poco saludables cerca de ti. No lleves dulces a tu escritorio ni a tu cocina ¡por tu propio bien! Si lo que comes no aporta nutrientes a tu cuerpo vas a sentir apetito porque esa es la forma que tiene el cuerpo de avisarte que necesita vitaminas, minerales, proteína, carbos complejos, etc.
-Aprende a manejar el estrés. Muchas personas tienden a comer de más cuando están estresados. Aprende a controlarte y a encontrar otras maneras de afrontar el estrés. Un paseo de 10 minutos, unas cuantas flexiones, cualquier cosa, pero evita abrir la nevera y acabar con lo que encuentres.
-Busca algo que hacer. Muchas veces, cuando no tenemos nada que hacer y queremos matar el aburrimiento, corremos a la cocina y acabamos con todo lo que tenemos en la nevera. ¡Grave error! Cuando pase eso busca algo que te distraiga, a los pocos minutos esa ansiedad pasará.
-Duerme lo suficiente. Cuando no duermes lo suficiente tu cuerpo está agotado y pide energía extra en forma de comida (calorías=energía). Un estudio publicado en The Journal of Sleep Research encontró que una sola noche de privación de sueño causó en los sujetos sometidos a la prueba un incremento del apetito y de la hormona que lo estimula (grelina). Así que deja descansar a tu cuerpo y trata de dormir de 7 a 8 horas.
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Publicado originalmente en el sitio Web de Sascha Fitness.

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