El agua con gas o gasificada no es más que el agua con un componente llamado ácido carbónico, que es lo que produce esas burbujitas en el líquido.

Su consumo no es perjudicial para la salud. No contiene calorías ni ingredientes que puedan incrementar la acumulación de grasa.

De hecho, hay expertos que la recomiendan luego de comer ya que favorece el proceso digestivo. Sin embargo, no debemos acostumbrarnos a incorporarla en la alimentación porque por cada 100 ml de agua con gas contienen 110 mg de sodio aproximadamente, lo que te hará retener líquido = engorarás si la consumes TODOS los días.

 

*Imagen destacada cortesía de: ecologiahoy.com

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