La ansiedad también puede atacar al más pequeño y consentido de la casa, es por ello que les comparto una serie de recomendaciones a la hora de percibir si nuestros hijos están presentando ciertos síntomas de ansiedad:

- Identifica el real comportamiento o respuesta conductual que está teniendo tu hijo, se sugiere llevar un registro de sus respuestas o impulsos negativos durante el día, si salen de la norma habitual del mismo o la frecuencia o resultado tiende a agravarse con el tiempo. No confundas cambios en el comportamiento progresivo con simples conductas infantiles de desorden causal.

- Préstale mucha atención a su vocabulario, el ritmo y el tipo de palabras que ahora utiliza, en caso de presentarse aceleramiento en su discurso o palabras no apropiadas, es hora de hacer algo al respecto, es señal de estar ansioso o de estar contaminado por la temática que le está generando deterioro, es decir, los temas más frecuentes que discute o plantea pueden ser la causa u origen de la ansiedad.

- Chequea su estado de ánimo, cambios bruscos en situaciones habituales, rasgos de impulsividad, inquietud, reacciones agresivas con hermanos, primos, vecinos u otros niños cerca de él/ella.

- Mantener sus metas y objetivos realistas y persistentes, la situación problema es un asunto de adultos, no de niños. No le interrumpas su logro de metas y propósitos, aquí es donde los niños instauran su carácter y personalidad para su futuro.

- Si tu hijo/a no está asistiendo a la escuela, no le quites ese derecho dentro de casa, juega a las tareas, oblígate a que tu niño aprenda algo nuevo cada día, la educación viene de casa, y esta vez no solo se trata de valores y principios sino también de que su área académica no se vea afectada en un futuro. Premia, condiciona, coloca tareas e interactúa con otros niños para que no pierda su área de disfrute y aprendizaje colectivo.

- Date el permiso de compartir con tu hijo en un mínimo de 1hr diaria, refuerza el lazo familiar del que has venido construyendo, en caso de no tenerlo, estás a tiempo. Háblale de lo que ocurre realmente a través de preguntas abiertas que te pueda hacer, responde con claridad en la medida que él/ella vaya comprendiendo. No le mientas pero tampoco lo ahogues con información de la que no querrá saber. Evita la crítica y la crueldad.

- Bloquea canales informativos o de clasificación adulta, dale suficiente material didáctico, de entretenimiento infantil, películas y series infantiles que lo mantengan ocupado en las horas que no puedas estar cerca de él/ella.

- Aleja a los adultos que no puedan controlar las ganas de hablar de temas agresivos, políticos o que generen en el niño dudas de las que no puedas responder.

- No supongas que a tu hijo/a le resbala todo lo que acontece, si a ti te preocupa la situación, él/ella lo va a notar.

En caso no poder abordar la situación o que los síntomas de ansiedad sean muy graves, consulta con un experto en el área. Recuerda que los síntomas de ansiedad pueden descompensar depresión en tu hijo/a, así como también Trastorno en la conducta, bajo rendimiento escolar, o incluso, ser propensos al uso de sustancias.

No contamines su infancia con tanto odio o lucha entre adultos, ellos no han desarrollado la capacidad de manejar el estrés tanto como tú. Ellos te lo agradecerán.

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